En una sartén con un poquito de aceite vamos a hacer nuestros filetes previamente salpimentados. Cuando estén los pasamos a un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y reservamos.

Ahora vamos a preparar un tipo de bechamel bastante espesa. Para ello en una sartén amplia echamos la mantequilla y dejamos que se derrita. Añadimos la harina y cocinamos asegurándonos que no quedan restos de harina cruda. Mientras hemos calentado en el microondas la leche durante unos 45 segundos o un minuto, según el microondas.

Vamos añadiendo la leche caliente poco a poco a la sartén removiendo sin parar evitando que nos queden grumos, nos llevará unos 10 minutos, siempre a fuego medio-alto. Agregamos una cucharadita de nuez moscada y seguimos mezclando para que se integre todo bien durante un par de minutos.

Separamos la clara de la yema (reservamos esta última para cualquier otra preparación), batimos bien la clara y la incorporamos a la sartén y cocinamos a fuego medio y removiendo un par de minutos. Añadimos el queso y dejamos cocinar todo junto otro minuto removiendo. Retiramos del fuegoy dejamos que temple. Vais a ver que os ha quedado una salsa bastante espesa.

Pasamos nuestros filetes napados primero por huevo batido y luego por pan rallado. Hacedlo sin miedo que la salsa es suficientemente espesa y no se os va a deshacer.

Ahora sólo queda freír nuestras pechugas, así que ponemos una sartén al fuego con abundante aceite de oliva (un dedo o dos de profundidad) y cuando esté caliente echamos las pechugas. Yo las tuve un minuto por cada lado, pero es simplemente dorarlas.

Ya tenemos nuestras pechugas Villeroy listas para comer. Las podemos acompañar con una ensalada, unas patatas o un poquito de arroz. Espero que os guste. Si hacéis más cantidad se pueden congelar perfectamente.