En un bowl poner la leche tibia junto con la levadura instantánea y la cucharadita de azúcar. Dejar reposar unos 5 minutos.

En otro bowl mezclar las harinas con una cucharada de aceite, yo le puse de oliva pero pueden usar el que prefieran. A eso agregarle 3 dientes de ajo pelados chiquitos, pimienta y cualquier otro condimento que les guste. Cuando esté bien integrado agregar la mezcla de levadura hasta que se forme una masa. En este momento añadir la sal. Si queda húmedo, agregarle un poco más de harina de trigo. Dejar descansar en un lugar cálido por 1 hora 30 aproximadamente.

Mientras tanto hacemos una mezcla con los otros 3 dientes de ajo, que fueron previamente salteados con un poco de aceite (en este caso usé girasol), pimienta, sal, perejil y unas dos cucharadas más de aceite.

Puede que la masa no crezca demasiado, así que cuando haya pasado ese tiempo la retiramos y comenzamos a amasan unos pocos minutos para darle forma redonda.

Distribuir por la superficie casi toda la mezcla de aceite, ajo y condimentos. Reservar una pequeña cantidad para usar luego. En una mitad poner la mezcla de quesos, puede ser queso muzarella y un parmesano, y doblar para unir los bordes como si fuera un calzone o empanada pero sin hacerle repulgue.

Por último, con la preparación que había quedado de aceite y ajo, pincelar por encima y hacer pequeñas marcas a lo ancho con un cuchillo afilado pero sin llegar a cortar mucho.

Disponerlo en una placa o asadera previamente aceitada en horno a 180º unos 15 a 20 minutos o hasta que la preparación tome color.