Encender el horno para que vaya calentándose ya que esta receta se prepara enseguida! Ponerlo a 180grados, y según vuestro horno, o solo abajo el calor o arriba y abajo.

Ahora sí, empezamos!! En un vaso de batidora pondremos la piel de medio limón (cuando lo hago de naranja le pongo la piel de una entera, pero el limón es más ácido, así que le pongo la de medio), los 180gr. de manzana cruda y los 180gr. de aceite de girasol (puede ser también cualquier otro aceite suave vegetal como de maíz o canola, pero de oliva no ya que nos quedaría un sabor muy fuerte). Batirlo todo hasta que nos quede como un puré.

En un bol pondremos los demás ingredientes: la harina, la avena, los huevos, el azúcar y una cucharadita de levadura en polvo. Y a continuación, le añadiremos el puré que hicimos anteriormente. Coger la batidora y batirlo todo en el mismo bol. Los copos de avena se van a deshacer una vez mezclados con todo, no os preocupéis que no se notan una vez hecho el bizcocho 😉.

Cuando sepamos en que recipiente queremos hornear la mezcla, lo rellenaremos un poquito más de la mitad, y al horno! En este caso usé unos moldes de “cartón” muy monos que compré, pero sino, podéis hacerlo en un molde normal y corriente en el que hagáis los bizcochos.

Una vez lo hayáis sacado del horno y este frío, podemos preparar el glaseado. Coger una taza o un cuenco y poner, a ojo, cantidad de azúcar glass. Yo suelo poner hasta la mitad, y luego voy añadiendo si hace falta. Añadir el zumo de medio limón y mezclarlo hasta que no queden grumos.

Cuando nos quede espesito pero que veamos que lo podemos extender bien, añadir la ralladura de limón. No hará falta mucha ya que el limón tiene un sabor bastante intenso.

Solo nos queda repartirlo por encima del bizcocho y dejar que se enfríe. Entonces quedará durito y cuando mordamos ese bizcocho, la mezcla está tremendamente buena!!