Lo primero, pasamos las salchichas por una sartén con fuego medio alto para que se doren bien por la parte exterior. No importa que queden crudas por dentro, después terminamos de cocinarlas. Una vez doradas, retiramos de la sartén y reservamos.

En esa misma sartén, con los jugos que han soltado las salchichas, añadimos los ajos y las cebollas bien picados. Salpimentamos y cocinamos a fuego medio hasta que la cebolla vaya quedando transparente.

Añadimos el vino blanco y dejamos reducir.

Una vez echo esto, añadimos nuestras especias. Apartamos del fuego para que no se quemen. Yo le añado pimentón dulce y albahaca, pero se puede añadir la especia que más te guste o incluso ninguna.

Rehogamos todo bien fuera del fuego y añadimos el caldo de verduras. En mi caso, el día anterior hice crema de calabacín y calabaza y reservé el caldo que me sobró. En función de la cantidad de salsa que queramos, añadiremos más o menos caldo, o incluso agua. Pero el sabor será menos intenso.

Tapamos la sartén, y con fuego medio/bajo, dejamos cocinar unos 10 o 15 minutos.