Ponemos todos los ingredientes en una amasadora o robot que cumpla esta función y amasaremos hasta ver que la masa se vuelve elástica. Si no tenéis robot, podéis amasar a mano, en unos 12-15 minutos la masa estará lista.

Ahora debemos amasar a mano aproximadamente un minuto para desgasificar la masa. Volvemos a hacer una bola y hacemos porciones de unos 50-60 gr. (Las podéis hacer de un tamaño más grande si lo preferís, pero no más de 80 gr por ración sería lo aconsejable). Mi masa pesó 862 gr y me salieron 14 unidades de unos 60 gr.

Dejamos reposar 5 minutos y vamos haciendo bolitas con cada porción y las pasamos a una bandeja de horno forrada con papel vegetal.

Las pintamos con huevo batido y las dejamos dentro del horno apagado para que lleven durante unos 45-60 minutos, hasta que veáis que han aumentado de tamaño. El tiempo variará dependiendo de la temperatura que tengáis en casa. Cuánto más calor el tiempo se acorta.

Una vez frías las abrimos con un cuchillo de sierra como si fueran un bocadillo y las rellenamos con nata montada o crema pastelera (ambas recetas las tenéis publicadas en mi perfil). Podéis también chocolatear la nata con un par de cucharadas de cacao puro al montarla y con ello conseguir trufa para el relleno.