Lo primero que vamos a hacer es activar la levadura, para ello la disolveremos en el agua templada y la dejaremos reposar durante 15 o 20 minutos.

Una vez activada la harina vamos a poner la harina en un recipiente grande y añadiremos la sal, junto al agua con la levadura activada.

Ahora a llegado el momento de amasar, podemos hacerlo a mano o bien en una amasadora, lo que haremos será ir añadiendo la leche poco a poco y según vamos amasando veremos el líquido que acepta, dependiendo de la marca y tipo de harina que utilizamos esta admitirá más agua o menos.

Nos tiene que quedar una masa un poco pegajosa pero elástica, podéis ver el punto de la masa en el video así sabréis como tiene que quedar.

Una vez tengamos lista la masa la taparemos y la dejaremos fermentar hasta que doble su volumen, el tiempo dependerá de la temperatura, a mayores temperaturas mayor velocidad de fermentación, pero una temperatura de 23 a 26 ºC es la temperatura ideal para fermentar masas.

Cuanto haya doblado su volumen pondremos la masa en una superficie enharinada y la cortaremos en 12 porciones.

Ya con las porciones hechas las bolearemos y las dejaremos reposar 15 minutos tapadas.

Una vez pasado el tiempo de reposo pondremos una sartén a fuego medio, alto y cogeremos una porción de masa y la estiraremos en forma de disco.

Una vez estirado la pondremos en la sartén y cuando empiece a dorarse la daremos la vuelta, cuando le demos la vuelta vamos a ver como se infla, pero lo mejor es que veáis este proceso en el video y así sabréis el tono que tendrá que tener el pan.

Mientras se enfría picamos un poco de perejil y lo mezclamos con aceite de oliva para después pintarlos con ese aceite, pero si vamos a congelarlos este paso tendremos que omitirlo.