Ponemos la gelatina en un poco de agua fría y reservamos

Separamos 200 ml de nata y la ponemos a hervir en un cazo. El resto de la nata la metemos en el congelador, el recipiente en el que vayamos a montar la nata lo podemos meter en la nevera para que se nos monte bien

Trituramos el chocolate (yo la hice de blanco y quedó riquísimo), yo partí las tabletas en cuadrados y luego lo trituré con una picadora. Y lo ponemos en un recipiente que queramos

A continuación, cuando la nata del cazo empiece a hervir la echamos sobre el chocolate blanco y damos bien de vueltas hasta que se disuelva por completo

Escurrimos la gelatina y la añadimos a la mezcla que ya tenemos de nata y chocolate blanco. Tiene que quedar sin grumos y un poco espesita aunque tampoco mucho

Ahora es el momento de montar la nata, nuestros 600 ml que teníamos en el congelador y en el recipiente frío que pusimos en la nevera. Yo le añado un poco de azúcar (hazlo a ojo según tu gusto) al principio se bate a potencia baja y cuando la nata tenga como burbujitas podemos subirla a tope o más potencia. El truco para que quede con textura de mousse es batirla hasta que sea tan espesa que no se mueva (con la batidora parada si la mueves por la nata como que cuesta un poco) es el punto justo

Bien ha llegado el momento: ahora añadiremos un par de cucharadas al chocolate y mezclamos haciendo movimientos envolventes y no muy rápido (esto influye en la textura), cuando esté bien integrado añadimos el resto de la nata (toda la que tenemos montada) y mezclamos bien hasta que quede homogéneo

Para decorar podemos utilizar una manga pastelera, copas o recipientes de nuestra elección. También podemos echarle por encima chocolate rallado o ser más creativo que yo. Y si no te quieres complicar lo puedes echar sin manga con una cuchara normal y luego aplastarlo un poco para que quede bonito.

Con 1 hora en la nevera ya se puede comer pero si lo dejas para el día siguiente quedará mucho más rico y con mejor textura. Y a comer. !! 🍨🍰