Pelamos, lavamos y picamos en dados pequeñitos: los ajos, la cebolla, una zanahoria y el puerro. Las patatas las pelamos, lavamos y picamos en cuadrados medianos y las ponemos en un bol cubiertas con agua para freírlas cuando llegue el momento. La carne la cortamos en cuadrados medianos de un bocado.

Ponemos una cazuela adecuada para la receta a fuego medio-fuerte con un chorro de aceite y cuando esté caliente le añadimos la carne, la salpimentamos y la doramos bien por todos sus lados para sellarla. En cuanto esté la retiramos y reservamos.

En la misma cazuela que doramos la carne, la ponemos a fuego medio y le añadimos las verduras, las salpimentamos y las pochamos. En cuanto estén pochadas le añadimos el tomate rallado y lo cocinamos unos 10 minutos hasta que pierda casi toda su agua y que esté bien reducido.

Añadimos ahora a la cazuela, la carne que teníamos reservada. Le echamos la copa de vino y lo dejamos evaporar. Incorporamos también el caldo y lo cocinamos alrededor de 60 minutos con la cazuela destapada, removiendo de vez en cuando y añadiendo caldo si hiciera falta.

Pelamos, lavamos y picamos en rodajas de un centímetro el resto de las zanahorias y las cocemos en una cazuela apropiada alrededor de unos 15 minutos hasta que estén tiernas. Cuando vaya a faltar 5 minutos le añadimos los guisantes y cuando esté todo cocido los escurrimos y reservamos.

Cuando vaya a estar la carne le añadimos a la cazuela las zanahorias, los guisantes y rectificamos de sal. Dejamos hervir unos minutos, retiramos del fuego y dejamos reposar.

Por último freímos las patatas y emplatamos de guarnición con la carne a la jardinera y listo para comer.