Echar todos los ingredientes para la masa del crep en una batidora, excepto el aceite de oliva y batir hasta conseguir que todo esté integrado.

Echar en un recipiente y dejar reposar en la nevera mientras preparamos el relleno.

Cortar las tres lonchas de jamón en pedacitos pequeños.

En una sartén para creps o cuálquier sartén grande pero de fondo plano, echar unas gotas de aceite y con una servilleta de papel esparcir el aceite por toda la sartén. Calentar en el fuego.

Una vez caliente la sartén, echar masa de crep en el centro e ir echando más de forma circular sin llegar a cubrir toda la base.

Coger la sartén e ir dándole vueltas de forma que la masa cubra toda la base de la sartén. Esto es porque si rellenamos toda la sartén de masa, esta saldría muy gorda y así esparciendo la masa central sale más fino el crep.

Dejar cocinar el crep a fuego lento hasta que ver que salen pompitas, eso quiere decir que la masa se ha despegado de la sartén y es la hora de darle la vuelta.

Una vez dadá la vuelta a la masa, cascar un huevo sobre ella y esparcirlo por toda la masa, estrujar la yema si se quiere, y dejar que el huevo cuaje.

Echar por encima trocitos de paté de pato y el jamón picado. Echar un poco de sal.

Una vez cuajado el huevo doblar las esquinas de forma que quede más menos como un cuadrado.

Si se quiere la yema más hecha aún, tapar para que cuaje, o incluso dar la vuelta al creps.

Servir y comer en caliente. Si sobra masa está puede durar un par de días en la nevera.