En primer lugar preparamos la salsa para untar el pan de molde, lavando y troceando el tomate, añadiéndole aceite y sal al gusto, triturándolo posteriormente con la batidora.

Con la ayuda del rulo de estirar la masa, aplastamos las rebanadas de pan de molde, hasta prácticamente doblar su tamaño. Untamos una cara de cada rebanada con la salsa de tomate preparada.

Colocamos una rebanada sobre un trozo de plástico de cocina y sobre ella colocamos una loncha de jamón dulce. Enrollamos la rebanada sobre sí misma, formando una especie de canelón y mantenemos su forma con ayuda del plástico.

Volvemos a realizar lo mismo con el jamón dulce restante y otra de las rebanadas de pan.

Repetimos la operación con las tres rebanadas restantes, pero colocándoles queso en lugar de jamón dulce. Guardamos en la nevera un par de horas, para que el pan memorice su nueva forma.

Antes de servir, quitamos los plásticos a los rollitos de pan y cortamos en tres trozos cada rollito, colocándolos en una bandeja.