Ponemos en un cazo el aceite o la mantequilla, cuando esté caliente añadimos la cebolla picada y la zanahoria picada muy pequeña, dejamos pochar la verdura y cuando esté añadimos la harina y cocinamos un par de minutos para quitar el sabor a cruda.

Añadimos las especias y una pizca de sal, el queso desmenuzado y la leche poco a poco, vamos a ir moviendo sin parar y añadir leche conforme la pida.
Una vez puesta toda la leche, añadimos el perejil picado y cocinamos sin dejar de mover hasta que espese, luego en la nevera espesará más.
Apartamos de fuego y llevamos a una fuente.
Tapamos con papel film para que no haga costra y dejamos enfriar.
Llevar a la nevera hasta el otro día.

Liamos nuestras croquetas pasándolas por huevo y pan y las volvemos a llevar a la nevera.
Es importante y lo digo siempre, sé queme repito pero para freír sin que se exploten las croquetas tienen que estar frías y el aceite bien caliente.
Una vez pasadas unas horas freímos en abundante aceite y vamos pasando a un plato con papel de cocina para quitar el exceso de aceite, acompañar con unas nueces y unas cervezas bien frías que seguro seguro que tevasapuntar.