Para hacer la masa, mezclaremos la harina con la levadura y la sal, y le iremos añadiendo el agua poco a poco sin dejar de remover. E incorporamos un chorrito de aceite.

Amasamos con las manos añadiendo agua o harina si se necesita, hasta conseguir una masa homogénea que no se nos enganche en las manos.

Cogemos un trapo de algodón húmedo y taparemos la masa, evitando que le entre aire. Y la dejaremos reposar un mínimo de 2h (si se puede más será mejor).

Pasado el tiempo de reposo, la masa habrá duplicado su tamaño. La vertemos en una bandeja de horno, previamente engrasada con un poco de aceite, y la expandimos por toda la bandeja con ayuda de las manos.

Le echamos el tomate frito por la base con una cuchara y la metemos al horno, previamente precalentado, a la temperatura máxima (230º aprox.) durante unos 10-12 min.

Mientras la masa está en el horno, haremos el pollo. Cortamos la cebolla pequeñita y la ponemos a freír.

Cortamos la pechuga a finas tiras y les añadimos comino, curry, cúrcuma y nuez moscada.

Cuando la cebolla esté doradita, incorporamos el pollo y le añadimos una pizca de sal y pimienta.

Pasados los 10-12 min., sacamos la masa del horno (estará medio cruda) y espolvoreamos los dos tipos de queso.

Le añadimos los ingredientes, en nuestro caso, el pollo con cebollita que hemos elaborado antes, y lo volvemos a meter al horno durante unos 20 min. aprox. Hasta que la masa esté lista.

La servimos calentita y a disfrutar!