Una vez que empiece a hervir le añadimos el arroz, removemos un poco y le agregamos el agua necesaria para cubrirlo (nos tres vasos de agua aproximadamente). Hay que ir probándolo porque el concentrado está muy sabroso y hay que comprobar que no quede salado. Ahora le ponemos las anillas de calamar, la hoja de laurel, el diente de ajo cortado por la mitad y el vino fino.

Cuando observemos que los calamares están ya casi hechos, agregamos las gambitas peladas. Yo se las he puesto congeladas directamente. E incorporamos los pimientos del piquillo cortados en tiras. Se le va añadiendo más agua si fuese necesario, a demanda.

Cuando el arroz esté en su punto ya lo tenemos listo para servir. Recomiendo consumirlo inmediatamente para que no se absorba mucho el caldo. Más sencillo imposible, y está riquísimo. Buen provecho a todos.