Limpiamos y troceamos el pollo y el conejo, pelamos los dientes de ojo, lavamos el perejil y la hoja de laurel. Ponemos una sartén amplia con abundante aceite a fuego medio, cuando esté caliente añadimos los dientes de ajo reservando 3 para después, esperamos a que estén dorados por ambas caras y los retiramos del aceite, salpimentamos la carne y la freímos a fuego medio en el aceite de freír los ajos hasta que esté bien doradita

Mejor hacerlo por tandas eligiendo los trozos que sean del mismo tamaño así se harán a la vez, una vez bien frita toda la carne retiramos la sartén del fuego y en un recipiente metálico vertemos el aceite pasándolo por un colador, vertemos un poco del aceite colado de nuevo en la sartén (unas 5 cucharadas de aceite del que hemos usado para freír la carne)

Colocamos toda la carne en la sartén y le añadimos la hoja de laurel y el vino, a fuego medio cocinamos hasta que se reduzca el vino una cuarta parte aproximadamente (mejor tapado y serán unos 15 minutos aproximadamente) mientras hacemos la picada, poniendo en un mortero los 3 dientes de ajo, el perejil, un poquito de sal y pimienta

Machacamos muy bien hasta reducir a una pasta. Cuando el vino ha reducido le añadimos la picada mezclada con un poquito de agua para que se mezcle bien en la sartén, le añadimos los ajos fritos del principio y cocinamos unos 5 minutos más y listo para servir. ¡¡Probadlo os va a encantar!!