Calentar dos cucharadas de aceite en una olla grande. Añadir la cebolla y cocinarla a fuego medio hasta que esté suave. Se aparta del fuego.

Mientras tanto, poner cuatro cucharadas de aceite en otra olla y cuando esté casi caliente, añadir la harina y removar con un batidor manual para evitar que se hagan grumos. Cocinar durante unos dos minutos.

Añadir el caldo y la leche y remover. Se lleva a ebullición y se deja hervir a fuego bajito durante 5-8 minutos.

Cortar las gambas en dos o tres trozos, según sea el tamaño, y añadirlas a la olla de la cebolla con el maíz y el tomillo. Dejar que se cocine durante 2 ó 3 minutos dándole unas vueltas. Se aparta del fuego.

Añadir la mezcla del caldo y la leche a la olla del maiz y las gambas y remover bien. Durante todo este tiempo mantendremos el fuego muy bajo.

Se sacan tres tazas de esta sopa y se trituran aparte con la batidora. Después se vuelven a echar en la olla y se remueve.

En este punto, la sopa ya está hecha, le falta añadir sal al gusto.

En caso de que prefiráis no toparos con tropezones en la sopa, se puede triturar toda en lugar de sólo una parte.(en este caso tened en cuenta que quedará más espesa)

Para los que les guste el picante, también se puede añadir un poco, según el gusto y la intensidad de este.

Servir caliente.