En una cazuela amplia o en una olla a presión vamos a cocer las costillas. Las introduciremos en agua que las cubra con un hueso de jamón, un puerro a trozos, dos zanahorias a trozos grandes, tres o cuatro ajos fritos ligeramente, medio vaso de vino blanco, los tomates maduros cortados por la mitad, una cebolla a cuartos, una pastilla de caldo de carne y unos granos de pimienta. El tiempo de cocción será de dos horas en cazuela o unos 40 minutos en olla a presión.

Sacamos las costillas del caldo y las disponemos en una cazuela de barro o bandeja que pueda ir al horno. Precalentamos el horno a 180 grados.

Preparamos una salsa barbacoa. En una cazuela sofreímos una cebolla cortadita con un ajo, cuando esté bien sofrita le añadimos fuera del fuego una cucharadita de pimentón ahumado de La Vera, removemos para que el pimentón no se nos queme que amarga. Volvemos al fuego y añadimos unos 200 gramos de ketchup, el zumo de media naranja y su ralladura, 50 mililitros de vinagre balsámico, orégano, clavo, laurel, comino y dejamos que reduzca unos 15 minutos. Sacamos el laurel y el clavo y texturizamos.

Introducimos en el horno las costillas bien embadurnadas. Con esta salsa lacaremos las costillas en 3 o 4 ocasiones por ambas caras durante unos 35 minutos