Todos los ingredientes deben calentarse en microondas menos el whisky y el ron, y la crema de batir, o chantilly, una vez que estén bien calientes, echar en el vaso de la la licuadora, agregar los ingredientes alcohólicos y la espuma de leche.

Licuar a velocidad alta por medio minuto, antes en la copa de irish coffe agregar un poco de café con el whisky irlandés, y flamearla, agregar el preparado licuado encima, colorar la crema chantilli batida apunto de nieve casi helada.

Servir, si deseas no poner la crema chantilly sino crema batida, liquida y adornar como lo muestra la foto, arrastrando sus bordes y formando esos u otros arabescos, con un palillo chino o probador de madera, de unta fina, puede ser un cuchitllito afilado,

Servir a las 5 de la tarde en vez de te ingles, y brindemos a nuestras amigas edulcorando previamente a gusto de cada quien y luego terminar por adornar personalizadamente su taza, acompañe con pastas dulces, pastelitos y croquetas en platos individuales aparte, pan tostado caliento, o pedacitos de cazabe si es en la noche, también luego de una cena formal como cierre.

Bien pusimos deliberadamente allí en los ingredientes para brindarles un poco de cultura con sabrosura que no cae mal.

Se acostumbra tomar el cae expreso después de una comida al medio día o una cena formal o informal, pero en algunas culturas hemos observado, principalmente en la mediterránea europea, como es el caso de las culturas italianas, quienes por cierto inventaron la maquina de hacer expreso.

Quienes lo prefieren aromatizado o bautizado como decimos jocosamente acá, con un chorrito de aguardiente creole como lo hacen en Haiti, o con bourbon como los sureños tejanos de estados unidos, o los italianos con licor, como amaretto , o sambuka, tía maría, o similares, y también los españoles quienes según la región prefieren tomar un café con brandy, y según la región tienen sus propios gustos, y personalizan a su gusto sus tazas de café, solo o acompañados, pero siempre fuerte.

El café a la hora de tomarse, debe estar bien servido, y acompañado con una sonrisa agradable que demuestre la alegría que tenemos al brindarlo y compartirlo, con simpatía y entusiasmo al prepararlo, y al servirlo, ya que un café mal servido, en momentos de disgusto, podría dañar el final de un almuerzo, cena, negociación o relación exitosa hasta ese momento.