Lo primero que debemos hacer es colocar en un pocillo la levadura junto a la leche tibia. Dejamos leudar.

Mientras preparamos la manteca de ajo. Simplemente picamos los dientes de ajo y lo procesamos junto a los 60 grs de manteca y el queso.

Pasamos a hacer la masa. En el bowl de la batidora colocamos la harina y hacemos un hueco. Agregamos la levadura fermentada en la leche. Luego todos los demás ingredientes menos la manteca y la manteca de ajo. Batimos con la lira.

Cuando veamos que la masa está unida agregamos los 40 grs de manteca. Continuamos batiendo hasta que veamos que se separa la masa de las paredes.

Retiramos el bowl y cubrimos con un papel film. Lo tapamos con reparadores y dejamos leudar en un lugar cálido sin corrientes de aire al menos 1 hora.

Cuando veamos que leudo bajamos la masa a una mesada enharinada y estiramos en forma rectangular. Pincelamos con la manteca de ajo cubriendo toda la superficie.

Hacemos un rollito comenzando a enrollar desde en extremo hasta llegar al otro. Cortamos a la mitad y en forma transversal.

Entrelazamos las partes y llevamos a un molde de pan aceitado previamente. Dejamos descansar 30'. Cuando la masa se encuentre relajada pincelamos con huevo y espolvoreamos con queso rallado. Llevamos a un horno precalentado a 180° por aproximadamente 30'-40'. Hasta que veamos que esté pronto, lo indicara el aroma que sale de nuestro horno y si al introducir un palito de brochete, éste sale limpio.

Dejamos entibiar sobre rejilla. Desmoldamos y a disfrutar!!!

No es un pan para hacer todos los días!! Pero al menos una vez, si lo hacen, seguro no se arrepentirán.