Comenzamos limpiando los Champiñones... Les quitamos los pies, que también los usaremos después y los lavamos bien... Encontrar unos Champiñones que estén blancos, es algo muy difícil si no son recién cogidos, así que no os preocupéis.

Los pies de los Champiñones los cortamos en trocitos pequeños.

Cortamos la Cebolleta y Ajos en trocitos pequeños, los Tomates en 4 partes.

Pondremos los Champiñones en una sartén a fuego lento, para que suelten toda el agua, habrá que ir dándoles la vuelta cada 3 minutos, para que no se quemen y así les ayudamos que que suelten el agua de la parte interior.

Como véis, ellos mismos cogen esta forma cuando los tenemos hechos.

Pondremos la Cebolleta, Tomates y Ajos juntos en la sartén con un poco de Aceite de Oliva... A fuego medio... La Cebolleta cambiará a color amarillo transparente y los tomates se deshacen un poco.

Ahora añadimos los Pies de los Champiñones, veremos como se encogen un poco cuando sueltan el agua que contienen... Los dejaremos unos 5 minutos.

Ahora que todo está hecho, pondremos el Pollo a trocitos pequeños, seguimos a fuego medio.

Nosotros hemos hecho una Salsa Romesco para añadir a la mezcla, esto le dará un gran sabor.

Le añadimos unas 4 Cucharadas grandes a la mezcla... También probamos cómo está y añadimos Sal y Pimienta al gusto... Dejamos unos minutos que coja la mezcla está salsa, ir removiendo.

Ahora cogeremos la mezcla y se la pondremos a los Champiñones... Recordar que los Champiñones no son muy grandes, así que no queráis poner mucha carga... Se puede poner más vaciándose el interior, aunque es un trabajo extra.

Ahora le pondremos el Queso Gran Padano, rallado o en polvo... Precalentar el Horno a 180° y poner en la parte de arriba, para gratinar... Unos 10-15 minutos, según el horno que sea.

Los sacamos del horno, les pondremos el Perejil picado y ya los tendremos listos para degustar... Que aproveche!!