Pela las manzanas, y corta una manzana y media en dados de tamaño medio. Reserva media manzana para la decoración.

En una sartén, agrega la mantequilla y espera a que se funda a fuego muy bajo para que no se queme. Una vez esté derretida, se sube un poco el fuego y se agregan la manzana en dados. Remover durante unos minutos y añadir el azúcar por encima, y una pizca de canela. Se deja a fuego medio-bajo unos minutos, removiendo de vez en cuando hasta que la manzana esté dorada y el azúcar se haya caramelizado.

Se separan las yemas de las claras, y se montan las claras a punto de nieve.

En un bol aparte, se baten las yemas. Se añade a la mezcla la vainilla, el edulcorante, la leche, el aceite y la sal, añadiendo estos ingredientes de uno en uno y mezclando bien.

Se añade a esta mezcla, la harina tamizada, la canela, y la levadura. Si os gusta mucho la canela, podéis añadir un poco más de lo que dice la receta.

Ahora es el momento de añadir a la mezcla las manzanas caramelizadas y las nueces en pequeños trozos. También es opcional añadir chips de chocolate.

Una vez esté bien mezclado, se añaden las claras a punto de nieve, siempre con movimientos envolventes, y con cuidado de no batir demasiado.

Cortar la media manzana que habíamos reservado en láminas finitas

Verter la mezcla en un molde engrasado, y poner por encima las láminas de manzana. Hornear a 180º durante 40-45 minutos

¡Que aproveche!