El nombre del pollo es quemado por el color que agarra no porque lo este.

Que viene la Semana Santa... Hay que ir probando...

Son una de mis setas preferidas y las suelo hacer a la plancha cuando están de temporada, pero ayer decidí probar con la freidora de aire, que hace tiempo que no la uso. Cuando limpio los rovellones siempre pienso en @tesa_cuina porque me enseñó un truco buenísimo. Y como sé que hace poco también compró la freidora, pues ayer con más razón todavía me acordé de ella!! Muy ricas y lo interesante es que el perejil se hizo crujiente (lo cual me ha dado una idea para hacer espinacas a ver si salen igual - ya os contaré 😉)

Este año los reyes me regalaron una freidora de aire y ¡Me encanta! Hacía tiempo que me llamaba la atención este aparato y ahora puedo experimentar con el!! Algún experimento esta semana me salió regularín - como por ejemplo pescadito de bahía (que la próxima vez intentaré sin rebozar en harina a ver qué tal) y la berenjena que está en la foto que estaba solo aprobable y tendré que que hacer alguna variación para que la próxima me salga mejor. Pero el resultado de otros experimentos me han sorprendido por la sencillez y la rapidez y también el resultado final. Este es un ejemplo, pollo frito que salió muy sabroso, suculento y sin duda lo volveré a hacer. Froté los contramuslos con las hierbas y especias (puedes usar las que más te gusten) la noche antes y los guardé en la nevera, pero se puede hacer en el momento sin problema.

Bueno, hoy me lancé a la piscina y, como ya había prometido en mi anterior aventura con boquerones, hice sardinas en mi air-fryer. Y estoy ENCANTADA con el resultado. Porque, además de estar riquísimas, resulta que no hay ni una pizca de olor a sardinas en la cocina!! Yo descubrí las sardinas a la plancha en un chiringuito de playa con mis padres la primera vez que vinieron a visitarme a España, cuando yo estaba todavía en 3º de la universidad y mi trabajo de verano fue dar clases de inglés para pagar parte de la deuda de ser universitaria. Mis padres vinieron en coche, desde Inglaterra (ferry a Francia y luego conducir hacia el sur hasta llegar 😍) para conocer en situ esa España que me había impactado tanto y que todavía no conocían (más tarde acabarían también enamorados de este país, de su gente, el clima, la comida...). Todavía me acuerdo de esa comida que nos supo a gloria en la playa, sin platos ni cubiertos. Y desde entonces, al hacer sardinas me invade un recuerdo súper feliz, pero también un olor en la cocina que cuesta quitar. Así que... ¡Contentísima al descubrir que, no solo se hacen muy bien en la freidora de aire, sino que no hay olor a nada después!