Lo primero que tenemos que hacer es fundir 170 g de chocolate negro de cobertura, especial para hornear. Una vez lo tengamos fundido, lo dejamos reposar para que se enfríe un poco para trabajar con él templado.

A continuación cascamos dos huevos grandes a temperatura ambiente en un bol o cuenco grande, agregamos 80 g de azúcar y una cucharadita de extracto de vainilla.

Seguidamente añadimos una cucharadita de vinagre balsámico. Esto ayudará a que salga el cuarteado exterior de la galleta y a crear una corteza fina y crujiente.

Mezclamos con unas varillas eléctricas a velocidad rápida durante dos o tres minutos, hasta que esté espumoso. Si no disponéis de varillas eléctricas, podéis utilizar varillas manuales. Cuando la mezcla de huevo haya tomado una consistencia cremosa de color claro como la mantequilla estará lista.

A continuación vamos a agregar todo el chocolate fundido con un batidor hasta que esté bien integrado.

Una vez lista esta mezcla, vamos a combinar 100 g de azúcar glas y 60 g de cacao en polvo otro cuenco. Añadimos una cucharada de almidón de maíz para ayudar a mantener la galleta blanda por dentro. Por último, media cucharadita de sal.

Tamizamos Esta mezcla encima del bol con el huevo y el chocolate y removemos hasta integrar todos los ingredientes y obtener una mezcla homogénea.

Precalentamos el horno a 190ºC.

Cuando tengamos la mezcla lista vamos a añadirle 85 g de pepitas de chocolate negro y removemos.

Ahora vamos a formar las galletas. Para ello, lo primero que tenemos que hacer es forrar dos bandejas aptas para horno con papel vegetal.

Después, vamos rebozar pequeñas porciones de masa en azúcar glas. Según las vayamos teniendo, las colocamos encima de la bandeja separadas las unas de las otras y las aplanamos un poco con la palma de la mano. Esto ayudará a que se cuarteen.

Una vez tengamos todas las galletas preparadas las horneamos a 190ºC durante 10 minutos. No hay que cocerlas en exceso porque el centro tiene que quedar blandito.

Pasado ese tiempo, esperamos dos minutos y después sacamos la bandeja del horno. Dejamos que las galletas se enfríen sobre una rejilla.