El primer paso será preparar las sardinas que hemos adquirido

Ahora debemos hacer la tarea más dura, escatamos las sardinas con la parte trasera de un cuchillo, les quitamos la cabeza, la cola y las vísceras, sacamos los dos filetes, el superior y el inferior apoyándonos sobre la espina con un cuchillo afilado y dejándonos llevar de arriba abajo, con lo cual desechamos la espina central y reservamos los filetes una vez lavados

Los dejamos en agua fría, si puede ser con hielo para que suelten la sangre que pueda quedar, que reposen media hora más o menos, pasado el tiempo los sacamos, secamos y los disponemos en un recipiente con la piel hacia abajo, exprimimos el limón y la naranja, cortamos las cáscaras las hacemos tiras sin que quede la parte blanca, amarga !!!, y las añadimos a la maceración, nos resta añadir un chorro de aceite de oliva y granos de pimienta negra, las dejamos en el frigorífico 24 horas

Al día siguiente sacamos los filetes de la maceración, los pasamos a otro recipiente y los cubrimos con aceite de oliva para su conservación

Salvamos también el caldo de la maceración que reservamos

Ponemos los fusilli a cocer y los dejamos al dente, una vez listos los colamos

Ponemos una sartén al calor y fundimos la mantequilla, una vez conseguido añadimos el emmental que previamente hemos rallado, lo disolvemos, añadimos la pasta, también el caldo de maceración y removemos para que se impregne

Poco a poco se mezclarán los sabores completamente

Sólo nos resta repartir en los platos la pasta y poner una sardina o sea dos filetes en cada uno de ellos, también repartimos las tiras de piel de los cítricos, estará delicioso, sólo de pensar se me hace la boca agua, está divino !!!, podemos decorar con unas hojas de perejil o cualquier otra planta aromática