Hervir dos litros de agua. Cuando el agua esté en plena ebullición, agregar una cucharada de sal y seguidamente la pasta. Cocinar durante 6 minutos mezclando de vez en cuando.

Escurrir la pasta con un clapasta y dejar enfriar.

Mientras se enfría la pasta, pelar las ciruelas, quitarles el carozo y cortarla finamente a manera de gajos. Reservar.

Lavar las cáscaras, secarlas bien con papel de cocina y saltearlas con una cucharadita de aceite de oliva en una sartén hasta que queden tiernas y brillantes. Cortarlas en trocitos pequeñitos con un cuchillo dejando algún trozo más grande para la decoración.

Una vez fría la pasta, colocarla en una fuente y añadirle los gajos de ciruelas, los trocitos de cáscaras salteados y el perejil picado.

Aliñar la ensalada con aceite de oliva, una pizca de pimienta, sal a gusto y mezclar.

Decorar con el trozo de cáscara de ciruela reservado.