Lo primero que vamos a hacer es poner un cazo al fuego para hervir los huevos. Lo llenamos de agua y agregamos los huevos, una vez que empiece a hervir dejamos entre 9 y 10 minutos, luego retiramos del fuego y dejamos que los huevos se pongan a temperatura ambiente. Pelamos y reservamos.

Luego ponemos un buen chorro de aceite de oliva en una cazuela, agregamos los ajos y la cebolla laminada. Salmamos para que sude y dejamos hasta que comience a pochar.

Una vez que la cebolla está pochada, agregamos la zanahoria, yo la he puesto muy picadita, mezclamos bien, dejamos unos minutos y a continuación ponemos el tomate frito, mezclamos y agregamos un poco de agua (que puede ser también algún caldo de verduras o de carne). Dejamos cocinar unos 5 minutos a fuego medio.

Agregamos en la cazuela el chorizo y las patatas partidas en dados. Mezclamos todo muy bien y cubrimos con suficiente agua (o caldo de verduras o carne) hasta cubrir las patatas. Ponemos la tapa y dejamos que se cocine a fuego fuerte 10 minutos.

Pasados los 10 minutos agregamos los garbanzos y los cubritos de espinacas, dejamos de nuevo que se cocine entre 10 y 15 minutos. Nuestro potaje estará listo cuando saquemos una patata y al pincharla con un tenedor está blandita. También debemos rectificar de sal al gusto.

Antes de servir acuérdate de partir los huevos cocidos que teníamos reservados en láminas y mezclarlos en nuestro potaje. ¡A disfrutar de este potaje tan reconfortante!