Corté 150 g de turrón en pedazos pequeños.

Puse a calentar la leche(no le puse canela en rama ni cáscara de limón porque mi marido no puede con la canela, y limón tampoco, pero podéis ponerlo). La calenté a fuego medio hasta estar un poco caliente, más que templada, cuando salía vapor.

Le eche la nata líquida 35% y seguí calentando a fuego lento

Batí con la batidora eléctrica las dos yemas de huevo con el azúcar y la miel, hasta que cogieron un color blanquecino.

Las puse en el vaso de la batidora y le agregué la mitad del turrón, el que había partido en cuadraditos. Hasta que quedó hecho una crema.

Lo eche en el caso de la leche y la nata calientes y lo mezcle bien con la batidora de varillas sin tenerlo en el fuego.

Puse el cazo al fuego siempre fuego lento y con una cuchara de madera lo removí sin parar. Siempre controlando que no empezará a hervir porque leí que si hierve se corta.

Le di vueltas con la cuchara de madera hasta que vi que iba espesando, como una consistencia de natillas pero más líquida, lo apagué y lo dejé enfriar a temperatura ambiente.

Lo pasé a un tupper y lo dejé en la nevera toda la noche. Con 4 horas que se dejé es suficiente, yo lo hice así porque no tenía tiempo por la mañana.

La dejé 40 minutos. Eché la mezcla en un tupper y lo metí en el congelador hasta la hora de comer.

Estaba riquísimo. La verdad que el helado más rico que comí de los que hice.