En un recipiente colocamos la carne picada, el huevo, el pan rallado, el orégano y sal. Antes de mancharnos las manos, desechamos las semillas del pimiento y picamos este en juliana fina, añadiéndolo a la carne. También cortamos en juliana la cebolla y el ajo, uniendo ambos ingredientes con el resto. Picamos el cebollino y lo unimos a nuestra masa de hamburguesa.

Solo nos resta mezclar los ingredientes para formar una masa para crear nuestras hamburguesas, si vemos que nos quedan muy liquidas (no debería), podemos agregarle más pan rallado para darles más consistencia. Aceitamos un molde con forma cuadrada y repartir nuestra en dos para realizar dos hamburguesas.

Mientras reposan las hamburguesas, para que el pan rallado se hidrate bien, pelamos las patatas y las cortamos con un cuchillo de zigzag para que nos queden como en la foto, si no tenemos dicho cuchillo, pues las cortamos a lo largo como toda la vida. El secreto de hacer unas deliciosas patatas fritas duras por fuera y melosas por dentro es muy simple, primero se fríen a baja temperatura, hasta que están tiernas y posteriormente se pone el aceite a alta temperatura hasta que se doran.

Mientras freímos las patatas, podemos freír también en otra sartén las hamburguesas. Colocamos las rebanadas de pan de molde en la tostadora y las doramos.

Una vez tostadas las rebanadas de pan de molde, las untamos de queso de untar y colocamos entre dos rebanadas nuestra hamburguesa cuadrada recién realizada. Cortamos los tomates a cuadraditos.

Solo nos resta montar el plato. En una esquina colocamos nuestra hamburguesa. A su lado las patatas fritas escurridas. En la otra esquinita colocamos el tomate troceadito. Salamos abundantemente el tomate y las patatas. Servir aún caliente.