Cocina la pasta.
Cocina la pasta según las instrucciones del paquete, hasta que esté al dente. Escurre y mezcla con mantequilla, albahaca y una pizca de sal.

Prepara el queso crujiente o tofu, en dados.
Si es halloumi, solo fríelo unos minutos por cada lado.
Si es feta, reboza los dados en harina y fríelo.
Si es tofu, marina los dados con lo que quieras (yo uso un poco de todo, limón, tahini, salsa de soja, aceite...) el rato que puedas y luego fríelo.
Cuando ya esté retira de la sartén para empezar con el siguiente paso. O bien lo haces en una sartén separada, que puede ser más pequeña, y reservas.

Prepara los garbanzos especiados.
En sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto. Añade 1 ajo picado, los garbanzos escurridos, el pimentón, comino, copos de chile (si usas), sal y pimienta. Cocina, removiendo de vez en cuando, hasta que los garbanzos estén crujientes, unos 5 minutos. Añade el calabacín, el tomillo, la ralladura de limón y las semillas de sésamo. Cocina otros 5 minutos, hasta que el calabacín esté dorado por los bordes. Retira del fuego.

Prepara la salsa de yogur
En un bol pequeño, mezcla el yogur, el zumo de limón, el otro diente de ajo rallado y una pizca de sal.

Servir.
Extiende el yogur en el fondo de un plato hondo. Añade la pasta, el feta crujiente y los garbanzos por encima. Sirve con hierbas frescas por encima. ¡A disfrutar!