Deshacemos la levadura en un bol y añadimos agua templada y el azúcar y removemos.

Añadimos el aceite, removemos y añadimos la harina tamizada y la sal y mezclamos bien con una cuchara de madera, hasta que se integre toda la harina. Tapamos con un plato o con su tapa (si tiene) y contamos 20 minutos.

Pasados los 20 minutos, nos mojamos las manos y doblamos la masa como si fuera un sobre (plegando hacia adentro). Volvemos a tapar y contamos 20 minutos.

Volvemos a repetir el paso anterior y esperamos otros 20 minutos. Pasado ese tiempo nos volvemos a mojar las manos y doblamos la masa y dividimos la masa en 3 (o 4). Untamos las bolsas con aceite y guardamos cada Porción en una bolsa y lo metemos en la nevera (duran hasta 4 días). * Los días que no vayamos a usar la masa, le quitamos el aire.

Cuando hayan pasado unos 30 minutos, estiramos la masa, con un rodillo o con las manos. A mí me gusta más bien gordita. Echamos los ingredientes.

El tomate natural triturado, lo ponemos en un colador para quitar el exceso de agua. Una vez escurrido el agua, le añadimos una cucharadita de sal, una de azúcar y una cucharada de aceite de oliva. El atún vegano, lo hacemos con soja texturizada fina (previamente hidratada y escurrida), tahine y alga nori y un chorrito de limón y Lo trituramos todo junto. Podemos usar atún vegano comprado, aunque a mí me gusta más este.

Añadimos el tomate, el queso vegano rallado, el pimiento asado cortado en tiras, el maíz, el atún vegano y las aceitunas negras cortadas en rodajas. Espolvoreamos por arriba con orégano y albahaca.

Apagamos el calor de la parte de abajo y encendemos el grill. Metemos la pizza unos 8 minutos (depende de vuestro horno). Si vuestro horno calienta más por una parte que por otra, darle la vuelta a la mitad del tiempo.