Preparación de las Cañas fritas:.
Infusionamos o desahumamos el aceite, poniéndolo en un cazo el aceite y la piel de la naranja y friendo a temperatura media hasta que la piel de naranja este dorada, después retirar la piel de la naranja y dejar enfriar el aceite por completo ante de usar.

Mezclamos en un recipiente amplio todos los líquidos, aceite, vino, zumo de naranja y licor de anís, añadimos la sal y mezclamos bien.

Añadimos el azúcar y mezclamos hasta que este disuelto, seguidamente añadimos poco a poco harina y removemos hasta que sea una mezcla que se pueda amasar.

Amasamos añadiendo harina hasta que sea una masa elástica y muy lisa pero que quede un poco blandita, si la masa queda demasiado dura luego las cañitas también lo estarán, con amasar unos 7 a 10 minutos es suficiente.

Sabremos que esta lista porque ya no se pega a las manos, está muy elástica y si introducimos un dedo en la masa comprobamos que esta ligeramente pegajosa eso indica que está en su punto.

Ponemos un poco de harina sobre la mesa de trabajo y volcamos la masa sobre la harina.

Pasado el tiempo de reposo cortamos pequeñas porciones de masa y la estiramos muy fina, enrollamos en las cañas dejando un trocito de caña sin cubrir, rodar las cañas una vez que están con la masa sobre la mesa de trabajo para que quede bien pegadas y muy finas.

Las dejamos sobre papel absorbente y antes de que se enfríen les retiramos la caña ayudándonos de unas servilletas de papel para no quemarnos, las cañas las reutilizamos para seguir haciendo más cañitas.

¡Probadlas os van a encantar!

Formamos una bola y la colocamos dentro de un recipiente, cubrimos con papel film y dejamos descansar la masa unos 30 minutos, no va a crecer porque no lleva levadura.

Ponemos abundante aceite en una sartén a calentar y cuando este caliente pero no en exceso las freímos hasta que estén doradas por todas partes.

Sin que estén las cañitas ferias por completo las rebozamos con el azúcar, una vez que estén frías por completo las rellenamos con la crema pastelera y las emplatamos, las que no vayamos a rellenar con la crema las podemos conservar en una fiambrera hermética o en una bolsa de plástico y nos aguantan crujientes hasta 10 días.