Limpiamos bien los calamares quitándoles las cabezas con sus patas y las aletas laterales del cuerpo. Quitamos la piel y limpiamos bien también por dentro dándoles la vuelta si fuera necesario. Hay que evitar que tengan arena dentro.

Pelamos y cortamos las cebollas en juliana y las ponemos con el fuego bajo, en una sartén con 4 cucharadas de aceite de Oliva virgen. Le añadimos sal para que la cebolla sude y la tapamos. Dejamos pochar bastante removiendo con una espátula de cocina de vez en cuando. Cuando estén pochadas y tostaditas les escurrimos el aceite.

Ponemos en una sartén, con una cucharada de aceite de Oliva virgen y a fuego medio alto, las patas y las aletas picadas y salteamos cuidando que si sueltan líquido hay que retirárselo o dejar que se consuma mientras salteamos el producto. Salpimentamos con prudencia. En otra sartén freímos o tostamos los piñones.

Picamos los huevos duros en trozos no muy finos y más fino el jamón y lo añadimos a una fuente donde también añadiremos la mitad de las cebollas pochadas, las aletas y patas picadas y salteadas y los piñones. Y con esto hacemos una especie de masa que nos sirve para rellenar los cuerpos de los calamares.

Una vez rellenos y cerrados los enharinamos y los pasamos por una sartén con abundante aceite, los pinchamos antes con un palillo 5 o 6 veces y los sofreímos por todos lados. Los apartamos en la olla a presión donde vamos a terminar de hacerlos.

Una vez terminado la cocción abrimos la olla, cuando nos deje, y sacamos los calamares que ponemos en una fuente. En la misma olla metemos la batidora y trituramos el contenido para hacer una salsa ligada. Si está muy líquida la ponemos a hervir unos minutos hasta que espese a nuestro gusto. Volvemos a probar para rectificar si fuera necesario.

Se sirven desde la bandeja y se acompaña con la salsa en una salsera y..... a disfrutarlos!!!!!!