Tallarines bicolor

Primero pondremos la harina en un bol y le echaremos los huevos y un poco de sal. Lo removeremos primero con una espátula, y después con las manos para poder formar una bola amasando. Lo dividimos en dos bolas más o menos iguales, una la dejamos como está y a la otra le añadimos la tinta y la trabajamos hasta que el color sea homogéneo. Las envolvemos en papel film por separado y las dejamos reposar una media hora para que la proteína del huevo actúe.

Con la máquina de hacer pasta (o con un rodillo si no tenemos, pero tendremos que emplearnos a fondo), vamos pasando cada bola por los rodillos hasta dejarlas bien finas. Hacer varias pasadas hasta tener dos rectángulos más o menos iguales y muy finos.

Juntar ambos rectángulos y pasarlos juntos por los rodillos de nuevo, varias veces, hasta dejarlo muy fino. Nos quedará una lámina blanca por un lado y negra por otro.

Como la lámina será muy larga, para que no nos queden unos tallarines larguísimos, la cortamos en dos.

Con el accesorio para tallarines (o espagueti, como prefiráis), pasaremos la lámina para formar los tallarines. Si no tenemos este accesorio, podemos cortarlos simplemente con un cuchillo, y si queréis que os salgan lo más rectos posible, os podéis ayudar de una regla o algún utensilio recto, como la tabla de cortar, una bandeja, o el borde de un libro...