El plan inicial consistía en hacer yogur, utilizando leche que venden en una máquina del pueblo en la que te llevas tu propio envase, y así minimizar nuestro consumo de tetrabrick (más difícil de reciclar de lo que puede parecer). Las veces anteriores que lo había hecho con esa leche no me había cuajado bien, por lo que le añadí leche en polvo para ver si así esperaba mejor.

Para hacer el yogur, simplemente mezclamos bien la leche con dos cucharadas grandes de yogur y una cucharada de leche en polvo (opcional). Ponemos en la yogurtera y dejamos funcionando el tiempo que indique el aparato (la mía tarda 12 horas). Como veis en la foto, no me cuajó bien el yogur, por lo que decidí filtrarlo, así se elimina parte del suero y el yogur espesa. Fue ahí cuando tuve la idea de dejarlo filtrar durante mucho mas tiempo y hacer queso crema por primera vez.

Para hacer ese proceso de filtrado, podemos poner en un recipiente como un bol una gasa fina y poner el yogur encima. Mi yogurtera tiene un filtro especial para ello, así que me resulta muy sencillo.

Después de 16 horas, me quedo así de espeso. Como es cuestión de gustos, busca la textura que más te guste para tu queso crema. Cuanto más tiempo lo dejes filtrar, más suero se filtrará, y más espesará el queso.

Sacamos el queso de la gasa o filtro, y le añadimos sal y el condimento que nos apetezca (opcional). Yo en este caso le puse una mezcla de hierbas provenzales.