Este plato me recuerda mi más tierna infancia..... CUANDO ODIABA LA ACELGAAAA...... ja, ja, ja, ja...... mi mamá me servía, literalmente, un cerro, un plato enorme y parecía que no iba a terminarlo jamás.... ja, ja, ja..... a ella no le gusta cocinar como a mí, entonces con el tiempo, he ido aprendiendo por aquí y por allá, pequeños trucos para que hasta los más mañosos se deleiten con este plato fantástico. Sí, le tomé el gusto a estas hojas maravillosas y hoy las como en guiso, ensalada, emparedado (sí, con el pan), tortilla, fritos, etc. Ya verán, reto hasta el más mañoso de los mañosos a decirme que esta preparación no le gusta.... ja, ja, ja......

Es una receta familiar 😉

He visto en carnicería un fabuloso costillar de cerdo, y me pareció buena idea cocinarlas guisadas, con lo que le dije al carnicero, me las cortase en palitos y me puse manos a la obra y este fue el resultado.

Para empezar y no parar

Tenia un costillar y no me apetecía hacerlo al horno como de costumbre así que se me ha ocurrido hacerlo guisado y estaba buenisimo #weekendreto

El otro día mi marido compró, unas costillas de cerdo y el quería que se las hiciese al horno, pero para no pasar calor, pues las hice así guisadas, y dice que están muy buenas

Los platos de cuchara nunca fallan así que haga frío o calor siempre es un acierto. Una preparación cocinada a fuego bajo hasta que todos los ingredientes estén tiernos y melosos.