En primer lugar, limpiamos bien la pechuga, lavamos bien los pimientos y les quitamos las semillas.

A continuación, cortamos en cuatro los pimientos y luego los cortamos en tiras pequeñas y los dejamos en una fuente junto a la pechuga fileteada y luego cortamos cada filete en tiras pequeñas del mismo tamaño de los pimientos aproximadamente y reservamos.

Seguidamente, ponemos una sartén en el fuego con las cinco cucharadas de aceite de oliva de y dejamos calentar.

Una vez caliente el aceite, añadimos las tiras de pimientos, las tiras de pechuga, la pizca pimienta negra granulada y un poco de sal fina Marina.

Seguidamente, removemos y dejamos cocinar durante cinco minutos removiendo de vez en cuando.

Mientras tanto, ponemos una olla pequeña en el fuego con los cuarenta gr de mantequilla y dejamos que se vaya derritiendo.

Una vez derretida la mantequilla, le añadimos la cucharada y media de harina de repostería. Seguidamente, cogemos una varilla y cocinamos la harina con la mantequilla hasta que se nos convierta en una masa.

A continuación, le añadimos un poco de leche y mezclamos con la varilla hasta que la haya absorbido la harina.

Seguidamente, le añadimos el resto de la leche, la pimienta negra granulada, le rallamos la nuez moscada y le añadimos un poco de sal fina Marina.

A continuación, cogemos la varilla y comenzamos a remover para que la harina no se nos pegue al fondo de la olla y por eso hay que ir removiendo de vez encuadrado.

Como ya habrán pasado los cinco minutos, retiramos la sartén del fuego con las tiras de pechuga y las tiras de pimientos y reservamos.

Seguidamente, ponemos una cacerola grande con el agua en el fuego, le añadimos la sal gruesa Marina, la mantequilla y dejamos que hierva.

En esta foto he dejado para que veáis cuál es la pasta y el queso mozzarella por si os puede servir de ayuda para que lo compréis.

Una vez que tengamos la bechamel en su punto, la retiramos del fuego y reservamos junto con la sartén de las pechugas.

Cuando rompa a hervir el agua.

Le añadimos la pasta y con una espumadera, removemos un poco para que no se nos queden pegados entre sí en el fondo de la cacerola. Cuando rompa a hervir de nuevo, bajamos el fuego a fuego medio y dejamos cocer según nos recomiende el fabricante de la marca, que en mi caso son 6 a 8 minuitos con mínimo de 7 minutos.

Cuando le falten unos tres minutos para que se haga la pasta, ponemos la sartén de las tiras de pechuga en el fuego.

Seguidamente, le añadimos la nata cuando la sartén de las pechugas esté todavía frío.

A continuación, removemos bien para que se integre la nata en la salsa y lo mantenemos caliente removiendo de vez en cuando.

Pasados los siete minutos, retiramos la pasta, escurrimos y la volcamos en un colador, le damos una ligera pasada bajo el grifo para cortar la cocción y dejamos escurrir todo el agua.

Una vez escurrida totalmente de toda el agua, se lo añadimos a la sartén con la salsa.

A continuación, removemos y los rehogamos en la salsa durante un minuto y retiramos del fuego.

Seguidamente, cogemos una fuente de horno y volcamos la pasta en la fuente.

A continuación, le añadimos la salsa bechamel.

Seguidamente, cogemos el taco de mozzarella y le rallamos por encima con mucha generosidad.

Con el horno ya precalentado a 180°C, metemos la fuente en horno con el calor del horno arriba y abajo y dejamos hornear durante diez minutos y tres minutos solo con el grill para que se gratine y listo.