Vamos a preparar una buttermilk: ponemos la leche en un bol pequeño y le añadimos el zumo de medio limón, procurando que no caigan pepitas, movemos bien con una cucharilla y dejamos que repose 20 minutos. Se verá la leche cortada pero es así, es lo que queremos conseguir. Esto va a aportar a nuestro pan una esponjosidad especial.

Ponemos las pasas en remojo en agua caliente y picamos las nueces con cuchillo.

Cuando hayan pasado los 20 minutos de reposo de la buttermilk, tamizamos la harina, sal, azúcar, bicarbonato y lo echamos a un bol, agregamos las pasas y las nueces, incorporamos la buttermilk y mezclamos hasta que todo quede integrado y mezclado.

Ponemos un poco de aceite en la encimera y colocamos allí nuestra masa, nos ponemos aceite en las manos y hacemos una bola, es una masa algo pegajosa pero con el aceite en las manos se trabaja bien. Solo queremos hacer una bola, no hay que amasar.

Colocamos la bola en la bandeja de horno y le damos forma alargada como la de una barra de pan, la rociamos con azúcar por encima y le damos un par de cortes en diagonal.

Tómalo tostadito con mantequilla...... riquísimo!!