En primer lugar limpiaremos bien los mejillones. Los colocamos en un escurridor y enjuagamos con agua fría del grifo, removiendo suavemente con la mano. Si nos encontramos con algún mejillón abierto, lo golpeamos con suavidad sobre la mesa y esperaremos a que se cierre. Si no lo hace, lo desecharemos junto a aquellos que huelan mal o tengan la concha rota. Una vez remojados, los sacamos del recipiente y cortamos las barbas con unas tijeras.

Limpiamos la concha raspándola con un estropajo de alambre (conocido comúnmente como nanas) hasta dejarla lisa. Una vez despojados de hilos y restos orgánicos, volvemos a pasarlos por el agua dos veces más antes de ponerlos a cocer. Una vez limpios, derretimos la mantequilla en un cazo grande, chafamos los ajos y los añadimos enteros con piel. Agregamos la pimienta e introducimos los mejillones. Vertemos el vino a fuego fuerte y pasado 1 -2 minutos tapamos y bajamos a fuego bajo.

Cocinamos durante 4-7 minutos (hasta que estén todos abiertos) y listo!. #BuenProvecho😋