Echamos en la picadora la carne y trituramos. Agregamos el queso crema y mezclamos.

Volcamos la mezcla de carne y queso en un bol. Agregamos el pan de molde desmigado y un chorrito de leche, lo justo para humedecer el pan y mezclamos. Añadimos el huevo batido y volvemos a mezclar.

Incorporamos el ajo en polvo, el perejil picado, la sal y un par de golpes de molinillo de pimienta negra (yo eché una cucharadita de sal, pero eso al gusto), mezclamos bien para que se integre todo y cubrimos con papel film. Llevamos a la nevera y dejamos reposar 1 hora.

Transcurrido el tiempo de reposo, sacamos la masa de la nevera, vamos cogiendo porciones con la mano y le damos forma. Las vamos colocando en un plato o una bandeja cubierta con papel sulfurizado. (Las que no uséis las podéis congelar, para que no se deformen las llevamos en el mismo plato, por eso lo cubrimos con papel sulfurizado, y dejamos dos horas en el congelador, las sacamos y ya las podemos meter en bolsas aptas para congelar y llevarlas de nuevo al congelador). Me salieron 12 unidades.

Ponemos una cazuela al fuego con un chorrito de aceite y cuando esté caliente echamos las albóndigas y las doramos a fuego medio-alto un par de minutos por cada lado, hasta que cojan color. Cuando estén doradas las pasamos a un plato cubierto con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.

Mientras se doraban las albóndigas hemos cortado las cebollas en juliana. Agregamos las cebollas al aceite donde hemos dorado las albóndigas junto con un poquito de sal y el ajo en polvo y dejamos pochar a fuego medio-lento 10 minutos. Agregamos las avellanas troceadas y rehogamos 5 minutos. Incorporamos las zanahorias peladas y cortadas en rodajas y salteamos 5 minutos.

Añadimos la pastilla de caldo desmenuzada y un vaso de agua. Dejamos que se haga todo junto a fuego medio-lento 30 minutos o hasta que la zanahoria esté blandita. Retiramos del fuego y trituramos bien asegurándonos que no nos queden grumos.

Llevamos nuestra salsa al fuego y cocinamos 5 minutos a fuego medio. Agregamos las albóndigas que habíamos reservado y dejamos que se haga todo junto a fuego medio-lento 15 minutos.

Ya tenemos nuestras albóndigas preparadas. Servimos bien caliente y las acompañamos con lo que más nos guste, imprescindible un buen trozo de pan. Espero que os guste!!