El curry o “Kare” (カレー) es un plato muy popular nipón y, también del resto de Asia, introducido a través de la cocina británica, durante el período Meiji (1868-1912), cuando la India estuvo bajo el dominio británico.
Aunque realmente el curry se hizo muy popular a fines de la década de 1960 y se empezó a vender en los supermercados y restaurantes. Es una receta que desde que llegó a Japón ha evolucionado muchísimo y se consume extensamente llegando a convertirse en uno de los platos nacionales.

Cortamos el pollo en dados grandecitos. Reservamos.
Pelamos las patatas y las cortamos en dados; cortamos también las zanahorias en rodajas y las cebollas en pluma. Reservamos.
Pelamos los ajos y el jengibre y, los picamos y rallamos, respectivamente.

En un wok amplio, hacemos el pollo con un poco de aceite y sal, hasta que quede dorado.
Reservamos en una bandeja.

En el mismo wok, doramos el ajo prensado y el jengibre rallado, cuando empiece a soltar su aroma.

Añadimos la cebolla y la zanahoria, y salteamos hasta que la cebolla se ablande.
Agregamos el pollo ya dorado y, añadimos un poco más de sal, y pimienta negra. Mezclamos hasta integrar.

Añadimos las patatas, las hojas de laurel, la cerveza necesaria hasta cubrir y el chorrito de leche. Dejamos cocinar durante 20 minutos a fuego medio.
Pasados los 20 minutos, agregamos la pastilla de curry (ya partidas para ayudar a que se disuelva fácilmente). Removemos hasta integrar y, dejamos cocinar a fuego lento durante otros 20 minutos.

Mientras se termina de hacer, hacemos arroz en una olla y escurrimos cuando esté en su punto.

Servimos el curry japonés acompañado de un poco de arroz.
A disfrutar!