Aunque las gambas congeladas no son excesivamente caras, si tenemos en cuenta el precio de los mejillones, que son baratos, podemos preparar un plato espectacular y sencillo de realizar, a un coste asequible.

Los mejillones los tenía cocidos al vapor sobrantes de otra receta.

Una vez descongeladas las gambas, colocamos una sartén grande a fuego medio, con un generoso chorro de aceite.

Colocamos las gambas sobre el aceite, salándolas y espolvoreándolas con perejil picado. Cuando comiencen a cambiar de color les damos la vuelta, volvemos a salarlas y colocarles más perejil por encima.

Nos aseguramos de tener el extractor de la cocina apagado y rociamos con la copa de brandy las gambas. Encendemos el brandy con un mechero y cuando se apague la llama apagamos también el fuego.

Solo nos resta colocar 10 gambas en cada plato con cinco mejillones a cada lado. A la mitad de los mejillones los rociamos con el zumo de limón, la otra mitad los cubrimos de all i oli. Servir inmediatamente para que las gambas lleguen calentitas a la mesa.