Lavar el salmón (sin piel), secarlo con papel de cocina y colocarlo en una fuente tipo Pyrex. Si quieren darle un sabor especial, cubrirlo con hojas de salvia y eneldo, perfumarlo con aceite de oliva extra virgen y marinarlo al menos 3 horas en la heladera.

Precalentar el horno a 220 grados centígrados. Cortar el pescado en bastones de aprox. 10 por 3 cm (suelo a cortar el filet a lo largo de unos 3 cm de grosor y luego en trozos de 10 cm a partir de ahí). La forma del filet de salmón significa que los bastones no serán de tamaño uniforme, pero eso es parte de su encanto.

Espolvorear la harina en una placa para horno, colocar los bastones de pescado sobre la harina y espolvorearlos con un poco más de harina por encima. En un bowl poco profundo, batir el huevo con la leche, un poco de mostaza, aceite de oliva, el perejil picado y S&P (para empanar los bastones a la inglesa).

En una fuente, mezclar el pan rallado, el queso parmesano y la avena integral extra fina (para rebozar los bastones). Pasar los bastones enharinados por la inglesa para empanar y luego rebozarlos bien por la mezcla de pan rallado, queso y avena.

Precalentar una asadera con un poco de aceite en el horno. Colocar los bastones sobre el aceite caliente (para sellarlos de un lado). Cocinarlos en el horno durante aprox. 15 minutos, girándolos a la mitad del tiempo, hasta que queden dorados de ambos lados. A los chicos les encantan acompañados con papas fritas.

Para la Salsa Cremosa de acompañamiento: en un bowl, mezclar el yogurt natural, la mayonesa, la mostaza, el ciboulette picado, S&P.