Todo comienza con un puré de papas. El puré tiene que tener una característica muy importante: tiene que ser bastante firme. 

A nuestro puré firme, que tenemos en un bol, vamos a agregarle sal, pimienta, leche (un chorrito) y aceite. Mezclamos todo bien, siempre tengan en cuenta que les quede lo más firme posible.

Una vez que tenemos nuestro puré echo, vamos a pasar a armar nuestras bombas. Para eso hay que ir agarrando partecitas de nuestro puré e ir dándoles una forma de pelota amasando con las dos manos.

Vamos a ahuecar un poquito nuestra bolita de puré y vamos a colocar en el centro un pedacito de queso, puede ser el que quieran pero tengan en cuenta que se derrita. Amasamos nuesta bolita nuevamente hasta que el queso quede enteramente cubierto por papa. Las dejamos reposando en la heladera.

Ahora viene el rebozado. Para esto vamos a necesitar cascar un huevo en un bol, agregarle sal y batirlo. También hay que tener preparado un platito con pan rallado. Vamos a retirar nuestras bolitas de la heladera, que van a estar fresquitas y firmes y vamos a pasarlas, de a una, primero por el huevo y luego por el pan rallado.

Una vez que estén bien cubiertas por el pan rallado, las llevamos a una sartén con abundante aceite. Debemos esperar que el aceite esté bien caliente antes de colocar nuestras bombitas. Una vez que las ponemos, esperamos a que estén bien doraditas y las vamos a sacar y colocar sobre un papel absorbente para secarles el sobrante de aceite.

¡Y listo!