Primero preparamos el relleno de manzana para que esté frío. Cortamos las manzanas en cubitos chicos y los ponemos en una sartén con el azúcar y un poco de agua. Si vemos que se evapora le vamos agregando y cocinamos hasta que estén blandas. Agregamos una cta de canela y dejamos enfriar.

Mezclamos la ricota con el huevo, el azúcar y ralladura de limón.

Para la masa lo hice a partir de un cremado. La manteca bien blanda la mezclamos con el azúcar, agregamos el huevo y luego la esencia de vainilla. Mezclamos bien y vamos agregando de a poco la harina. Lo hice primero con un tenedor y después con la mano, amasando poco, más uniendo. Queda una masa quebradiza y muy mantecosa, pero fácil de trabajar.

Cuando tenemos el bollo lo tapamos y dejamos en la heladera un rato. Sobre todo si hace calor.. En invierno se puede proceder a forrar los moldes. Yo no lo hice con el palo de amasar, sino que corté de a pedacitos y los fue poniendo en los moldes.

Rellené uno con la manzana y lo decoré con unas tiras. Y me alcanzó para 3 de ricota.

Horneamos a fuego medio hasta que estén dorada la masa. A veces la ricota parece cruda pero después al enfriarse queda bien consistente.