Si no lo hemos hecho previamente deberemos asar el pimiento, hay varias fórmulas, si tenemos fuego de gas podemos ponerlo encima del fuego directamente e ir dando vueltas hasta que esté blando, si es en horno lo envolvemos en papel de plata previamente untado en aceite y lo metemos a fuego bajo hasta que también esté blando y una tercera solución es en una sartén a fuego bajo y tapada hasta que también esté hecho, sea una fórmula u otra cuando esté frío lo pelamos y lo hacemos en tiras

Pelamos los langostinos, salvamos por una parte los cuerpos y por otra las cabezas

Echamos aceite en una sartén y salteamos los ajos junto con las guindillas, si nos gusta muy picantes partimos éstas por el centro

Cuando comience a tomar color los sacamos, habrá quedado el aceite impregnado de su sabor y los reservamos

En el mismo aceite salteamos los cuerpos de los langostinos, simplemente vuelta y vuelta, no me gusta que queden duros, el marisco casi crudo tiene más sabor, rectificamos de sal, los sacamos y reservamos en caliente

En el mismo aceite echamos las cabezas, las machacamos bien para que suelten el jugo interno, echamos el brandy y flambeamos, los dejamos unos minutos hasta que hayan sacado todo el jugo interno y colamos el aceite restante

Quitamos de los cogollos las hojas exteriores más feas

Repartimos el resto de hojas de en una fuente

Distribuimos el pimiento asado

Es el momento de echar los langostinos, así como los ajos y las guindillas y por último el aceite que huele a amor y a marisco, una maravilla, sólo nos resta disfrutar de ésta deliciosa ensalada