En un cazo con agua, derretimos el chocolate al baño maría. Mientras, en un bol añadimos el yogurt, el azúcar, el coco rallado y el aceite de coco previamente derretido 10 segundos en el microondas (NO en el vaso de yogurt, echamos el aceite en el vaso y esa cantidad la volcamos en un vasito o taza y al microondas), batimos todos los ingredientes con las varillas a velocidad baja. Cuando estén bien mezclados añadimos la pizca de sal y la esencia de vainilla, batimos y añadimos los huevos.

Ahora añadimos la levadura (2 sobres dobles!!) tamizada y la harina, primero un vasito de harina tamizado y luego el otro, nunca de golpe y sin tamizar, eso son grumos y pegotes asegurados 😂. Batimos a velocidad media unos minutos, debe quedar una mezcla bastante homogénea. Dejamos reposar unos minutos.

Pre-calentamos el horno a 180° durante 10 minutos. Engrasamos el molde. A continuación, añadimos el chocolate blanco derretido, batimos unos minutos más y limpiamos los bordes del molde con la espátula para que no queden grumos ni trozos que luego puedan caer al molde. Volcamos la mitad de la mezcla en el molde y añadimos un puñadito generoso de coco rallado, después, añadimos la mezcla restante.

Metemos al horno y cocinamos durante 40-45 minutos, pasado ese tiempo pinchamos con un cuchillo para comprobar que está hecho, si el cuchillo está limpio apagamos el horno y dejamos reposar dentro otros 10 minutos, si sale manchado dejamos cocinar otros 5-10 minutos.

Dejamos enfriar una media hora y desmoldamos, espolvoreamos un poco de azúcar glass y/o canela por encima y dejamos sobre una rejilla para que respire por bajo.