Vamos a empezar por la crema: Primero haremos el café que servirá tanto para la crema como para la base. Ponemos en el vaso de la batidora las galletas partidas, echamos unos 100 ml de café para que se hidraten y el queso, los más golosos pueden añadir azúcar, pero para mí con el azúcar de las galletas es suficiente. Lo batimos todo. Colocamos el batido en una manga pastelera y lo dejamos que repose en el frigorífico una media hora.

Nientras tanto haremos la base triturando las galletas y mezclándolas con dos cucharadas de café y la mantequilla que estará en pomada. Lo colocamos en moldes y lo reservamos en el frigorífico.

Pasado el tiempo de reposo, sacamos las bases, saldrán bien porque habrán quedado firmes; colocamos encima la crema que tenemos en la manga, terminamos poniendo unas almendras crocantes o lo que más nos guste.

Y ya solo queda que prepares otro café para que te lo tomes con la tarta.☕☕