De vez en cuando, el mal humor se cruza conmigo, e insiste en cogerme del brazo y llevarme, pero mirándole a los ojos, le respondo que me es del todo imposible, que trate de comprender que tengo muchas otras cosas que hacer. En otras ocasiones, la incertidumbre intenta liarme con la derrota, y de igual modo, me justifico, pidiéndole perdón y recordándole lo liadísima que estoy. Otros días, es la intransigencia quien se encandila de mi, pero también la rechazo, sin miramiento alguno. En otras ocasiones, es el dolor quien quiere acompañarme, pero no le doy cabida… Aún cuando es el miedo o la desazón quien se quiere meter en mi cama, les recuerdo que ya estoy acompañada, y que aunque sé que la felicidad es la suma de pequeños momentos, no pienso demorarme con esas pequeñeces que me quieren apartar de ellos.

#buenospropósitos