Mezclar los ingredientes secos.

Añadir el aceite y el agua templada.

Si tienes amasadora puedes amasar con ella, si no se hace a mano con paciencia u dedicación, se hace más rápido de lo que parece. Amasar hasta que quede una masa elástica, con estas cantidades queda bastante húmeda y pegagosa, no es ningún problema.

Tapar con un trapo húmedo (a ser posible mojado con agua caliente para crear un ambiente más cálido y ayudar al levado).

Dejar reposar fuera de corrientes de aire, hasta que leve y doble el volumen.

Cuando haya subido la masa, precalentar el horno a 200 C (calor abajo). Ponemos en la parte de abajo del horno una bandeja con agua para que haga vapor.

Cogemos la cantidad de masa que queramos usar (yo suelo hacer mitad y mitad, también se puede hacer un mega pan grande o hacer tipo barra de pan, panecillos... En ese caso hay que adaptar los tiempos de cocción.

Poner harina en la encimera y amasar suavemente para que no pierda el aire en exceso, cogiendo la masa de un lado y doblarla sobre sí misma.

Dar la forma que deseamos, poner un poco de harina por encima, si queremos completar la masa y poner también semillas por encima, pincelamos con un poco de agua y ponemos semillas, pipas, chía...)

Poner papel de horno en una bandeja y poner nuestro pan. Ahora es el momento de hacerle unos cortes transversales con una cuchilla o cuchillo bien afilado.

Metemos en el horno, en la parte central y lo bajamos a 180º C. Cuidado al abrirlo, saldrá vapor.

Horneamos durante 40 minutos. Pasado este tiempo, sacamos la bandeja del agua y encendemos el horno con calor arriba y abajo. Dejamos 30-40 minutos más hasta que esté dorado.

Para saber si está bien horneado, al sacarlo le damos unos golpecitos en la base, tiene que sonar a hueco.

Al sacar del horno lo dejamos reposar encima de una rejilla hasta que se haya enfriado.

Que aproveche!! 😋