En primer lugar y para dejarlo preparado, pelamos y rallamos la manzana. Si queréis podéis echarle unas gotas de limón para que no se haga negra mientras seguís con la receta, pero como no es para decorar que va a ser un ingrediente más no es necesario, yo no lo he hecho.

Empezamos juntando por un lado todos los ingredientes secos: la harina, la sal, la levadura química, el bicarbonato y la canela. Removemos para integrar y reservamos para después.

En otro bol vamos a juntar el resto de ingredientes: el azúcar moreno, los huevos, la esencia de vainilla, el yogur blanco, el puré de manzana (que puede ser comprado o natural, pero si es comprado aseguraos de que no esté edulcorado!), y la mantequilla derretida...

... y lo batimos hasta que esté todo integrado.

A esta mezcla le añadimos los ingredientes secos que hemos preparado antes...

... y de nuevo lo mezclamos para intregrarlos por completo, esta vez es mejor con una espátula.

Y no me he olvidado de la manzana rallada! Es el último ingrediente! La introducimos en el bol y de nuevo removemos para integrarlo.

Este es el aspecto de la masa final!

Pasamos la masa a un molde engrasado y la introducimos en el horno precalentado a 180°C (sin aire). Tiene que hornearse unos 50-60 minutos. Lo que haremos es a los 50 minutos meter un palillo y si sale limpio ya lo sacamos! Sino la dejamos 5 minutos más y repetimos el proceso las veces que haga falta. La mía se ha horneado durante 55 minutos!

Y este es el aspecto que tenía al salir😍😍😍

Cuando se haya templado un poco, lo desmoldamos (con el molde engrasado saldrá sin problemas) y dejamos que se enfríe por completo en una rejilla.

Como véis es un bizcocho denso y jugoso, y con un montón de sabor! Aquí no duró ni dos tardes😂 Espero que os guste tanto como a nosotros!😋