Es preferible que los huevos estén recién sacados de la nevera, así será más fácil montar las claras.

BIZCOCHO. Separamos las yemas de las claras. Montamos a punto de nieve las claras con la mitad del azúcar y reservamos. Batimos las yemas con el resto del azúcar hasta que blanqueen, añadimos la ralladura de limón, la esencia de vainilla y la leche, mezclamos. Añadimos a cucharadas la mezcla de las claras, con movimientos envolvientes.

Tamizamos la harina. Añadimos a cucharadas la harina y las 2 cucharaditas de levadura química a la mezcla anterior. Incorporamos la harina con movimientos envolventes.

Engrasamos o forramos nuestro molde con papel de hornear. Horneamos unos 30-35 minutos a 180 grados. Dejamos que se enfríe antes de añadir la salsa de tres leches.

SALSA TRES LECHES. Mezclamos 1/2 taza de nata, 1/2 taza leche condensada y 1/2 taza de leche evaporada. Pinchamos el bizcocho con un cuchillo y con un cuchara repartimos la salsa por el bizcocho,así absorberá mejor la salsa. Metemos el bizcocho a la nevera unas 4-5 horas.

DECORACIÓN. Calentamos 70 ml de nata y le añadimos 75 gr de chocolate negro, mezclamos hasta derretir por completo el chocolate. Lo metemos al refrigerador unos 10-15 minutos. Sacamos del refrigerador y le añadimos 200 ml de nata. Montamos la nata y lo añadimos al bizcocho. Decoramos con virutas de chocolate, nubes de azúcar y huevos de chocolate.

Queda un bizcocho esponjoso y jugoso por dentro. Podéis doblar las cantidades de la salsa de tres leches si queréis que quede aún más jugoso.